domingo, 27 de abril de 2008

Un poema de Claudio

Desde el rìo me llamas.
Desde el profundo rìo que te inclina hacia todas las cosas, Al agua de las copas Al fuego que consume a las niñas Al aire làbil del hombre que semuere.
A la tierra que Dios no imaginò sino que propusieron, para apoyar los pies y
respirar la arena de los tiempos, las muchachas judìas.
Me llamas desde allì y no estoy.
Dejas tu direcciòn en cada piedra y yo no la descifro.
Gritas tu nombre y me confunde el viento.
No tengo casa, no escucho, no se leer
si es que no estoy contigo,
si no duermo a tu lado,
si no te veo comer
o siento el aùreo murmullo de tu orina
en las bruscas mañanas, en las que soy feliz viendo como te vistes.
Lo sè: Temes que un mal dìa me muera.
Pero muero de amor todos los dìas.

EL PAPA DE TUS HIJOS

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