jueves, 27 de marzo de 2008

DE LOS GUSANOS, del Espectáculo "TANGOGRO"

Cuando la muerte puntual ¡y desatenta!
me cierre las persianas de la vida,
habiendo (como siempre sucede) perdido
el partido final: me iré al descenso.

Cien gusanos dialécticos y obreros
vendrán a mi cajón a liberarme,
o harán en él algún que otro agujero
con la amable intención de visitarme.

Y aunque hacia tanto afecto no me inclino
terminarán siendo mis inquilinos.

Tal vez me encuentren poco de su gusto
y alguno piense: es carne descartable.
Quizás me encuentro algo quieto, mustio,
un tanto circunspecto, miserable.

Y una hormiga filósofa y leída
declarará: es la melancolía.
Me consta de anteriores experiencias;
a los humanos, la muerte los afecta.

Pero fiel a su concepción de hormiga
querrá llevarse de mi... ¡hasta las migas!

Un recio caracol materialista,
estudiándome el culo con la vista,
ordenará: ¡Basta! Llegó el momento
de hacer de este adefesio un alimento.

Aún no - se quejará un gusano -. Entiendo
que si la carne es triste es carne mala,
mientras pido consejo a los doctores
que una lombriz prepare la ensalada.

Buen alimento es, no cabe duda,
un Ogro con su chancro y sus verrugas.

¿Dónde están los zapatos de las flores?
pregunto y nadie, nadie, me contesta,
pues han salido a recibir la orquesta
de los Jazz Band Grillos Depredadores.

Alguien da la noticia: el Ogro está servido.
Y empiezan los apuros, las corridas.
Que este brazo está bien. Yo quiero el vientre.
Que mala suerte ¡a mi me tocó un diente!

Vengan a mi y traigan sus servilletas,
mórfenme ya de espaldas, ya de tetas,
gozando el bicherío alborotado...
¡Que no hay mejor manjar que un deformado!

Coman, coman de mi, pequeñas fieras,
no respeten siquiera la osamenta,
siga la fiesta, siga el daca y tome,
que lo que sobra el tiempo se lo come.-


Letra: Claudio Nadie
Música: Luis Alberto Abecasis
Arreglos: Rubén Botas


Buenos Aires, 10 de noviembre de 1986.-